TEORÍA DE LAS SOMBRAS

No es cierto que las sombras
erijan parapetos
en los que tropezarnos.
Las sombras nos acogen
en sus senos gloriosos.
Y poseen la rara
virtud de concederles
un sol a los vencidos.
No hagáis caso si os dicen
de pronto que anochece.
Rotundamente falso.
Querrían decir que empieza
un halo de misterio
que afecta a los que habitan
esta cara del mundo.
Las sombras sólo extienden
su manto horripilante
sobre aquellas miradas
que viven de la ira
e ignoran la fulgencia
que el espíritu irradia
cuando siente que vuela.