CULMEN, del libro OTOÑO EN BENALIXA



Llegué hasta ti confieso que cansado
de tanta oscuridad, no de buscarte,
pues ni soñando concebí un encuentro
así de deleitoso.
Pero, cansado y todo, sólo ansío
hallar una penumbra
propicia para el tacto y el susurro
con los que recorrer tus resplandores
y dar en el abismo
desde el que se contemplan mil galaxias.