ESPERAR ES GOZAR LO QUE AÚN NO VIMOS, del libro CARTA DE NAVEGAR

Si luego ya no somos lo que éramos,
figúrate qué arrobo,
qué transparencia, qué salpicadura
azul y vegetal y cegadora
en nuestro desembarco.
Cuando menos se espera, un faro alumbra.
No cese tu vigor, agua adelante,
hasta rendir las sombras cardinales.
Los que no están, no están porque están muertos.
Con otra luz escribiré sus nombres.
Te acercaré el temblor de sus naufragios
cundo un noviembre de hojarasca acuda
a recordar el sueño en donde esperan.
Te confieso que no comprendo cómo
al fuego le sucede la ceniza.
¿Ceniza nada más? ¿Y lo que ardía?
¿Cómo el amor no deja,
qué sé yo, alguna huella, una memoria,
del sol que lo alentaba?
Para evitar este huracán te escribo.
Eso sí, con dos copas
y esta costumbre de sentirte cerca
aun desde la confusa soledumbre
de los puertos con tinieblas.